La congelación amenaza los dedos y el futuro de los niños refugiados

La congelación amenaza los dedos y el futuro de los niños refugiados

Medio Oriente - La advertencia de un severo invierno pone en riesgo a los niños refugiados. La ONU informó que, durante las próximas dos semanas, miles de niños refugiados que van de camino a Europa, podrían congelarse y morir. Algunos llegan a las costas de Grecia en camisetas. Jeff Palmer, quien sirve con Baptist Global Response (Respuesta Global de los Bautistas, BGR por sus siglas en inglés), comparte que el ministerio ayuda a los refugiados en ambos lados del mar Egeo.

Palmer, además, cuenta que, en una localidad de alto riesgo, proveen más que ropa abrigada: “Había un grupo local de creyentes que tenía el corazón de suplir las necesidades educativas y espirituales de esta comunidad, porque en la población de refugiados, notamos que había muchos maestros. Los niños no han ido a la escuela en tres o cuatro años”.

Palmer agrega: “Por esa razón, de hecho, hemos trabajado juntos, con la comunidad local, la iglesia local y los creyentes nacionales, para iniciar una pequeña escuela”. Se trata de ofrecerles a los socios de BGR la oportunidad de compartir la esperanza y la Verdad de Cristo con los refugiados.

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Cristianos filipinos perseveran, a pesar de la persecución

Cristianos filipinos perseveran, a pesar de la persecución

Cristianos filipinos no se dejan vencer por la persecución y perseveran en su meta de dar a conocer a Cristo. Steve Van Valkenburg, quien sirve con Christian Aid Mission (Misión de Ayuda Cristiana), indica que la Nochebuena no salió exactamente como habían planificado: “Durante el culto, arrojaron un pequeño petardo al techo del templo de la iglesia. Por supuesto, el techo era de un material que podía incendiarse fácilmente. Y, en poco tiempo, el templo se incendió”.

Lamentablemente, todo lo que había en la iglesia se perdió, incluyendo las únicas Biblias que tenían sus miembros. Sin embargo, a pesar de la persecución, los creyentes de esta congregación tienen el propósito de quedarse, reconstruir y seguir compartiendo el evangelio. Van Valkenburg pide oración por estos creyentes, en su esfuerzo por persistir: “Creo que, cuando uno les pregunta, los obreros nativos de la localidad no piden oración para que haya menos persecución. En lugar de ello, piden oración para que el evangelio sea proclamado, para que ellos tengan la valentía y el poder del Espíritu para presentar el evangelio, de manera que muchos de sus amigos y familiares se vuelvan creyentes en Cristo”.

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