Un líder en la misión cristiana, que desea alcanzar la visión de
Dios, deberá ser guiado por el Espíritu
Santo, no solo en las emociones y la vida espiritual interior; sino también en
los detalles de la vida diaria, y especialmente en la elaboración de la
estrategia misionera. Será alguien capaz de edificar lealtad entre los miembros
del cuerpo de Cristo en la tarea de evangelismo mundial frente a las fuerzas de
oposición; y que también tenga el equilibrio del Espíritu en las áreas
mencionadas anteriormente.
George Verwer, en el libro “Sal de
tu Comodidad y Gana al Mundo”, menciona seis cualidades dignas para un
líder de misiones.
1. Visión
Un sentido poderoso de lo que es necesario y se quiere hacer y la iniciativa de apropiarse de ello y trabajar para completarlo. Muchos de los misioneros pioneros fueron personas de una visión poderosa.
Conozco la historia de una joven musulmana que se convirtió a Jesús y
tenía el sueño, la inquietud muy fuerte por compartir el evangelio con sus
familiares fanáticos en tierras lejanas, entonces tomó la determinación de
prepararse para viajar, aunque sus padres no contaban con los recursos, y ella
era estudiante, comenzó a orar con un grupo de amigos por la familia y su viaje
y decidió ahorrar lo que ganaba, dando clases en su tiempo libre, cambiaba toda
su ganancia a la moneda de ese país al que viajaría, realizo todas las
gestiones del viaje, y cuando llegó a la familia estos la rechazaron, pero la
visión de que su familia alcanzados con el amor del Señor, era tan poderosa que
no desistió, cuando su tía la echo de su casa, ella decidió buscar residencia y
trabajo para completarlo, consiguió residencia y empleo con otros familiares
musulmanes y allí si pudo proseguir con el propósito.
2. Este tipo de visión va acompañado de La
Sensibilidad y el Entendimiento.
La
sensibilidad es la habilidad para percibir más allá de lo aparente. Ver a las
personas como seres humanos y no simples máquinas. ¿Sensibilidad para qué? Para
intuir los sentimientos del entorno, los peligros y las oportunidades. Se necesitan diferentes personalidades para el liderazgo,
porque se necesitan diferentes clases de
líderes, tantos a los que inician el trabajo como a los que lo consolidan, solo
por mencionar dos tipos. El entender esto hará que el líder vea su función en
un contexto más amplio y que entienda como esto impacta a otros.
La sensibilidad y el entendimiento tienen que ver con la posición y el
sentir de los demás, que están involucrados en completar la visión de Hechos 13
o algo pequeño como enviar un solo misionero de una iglesia pequeña.
3. Como líderes debemos ser Personas de Oración.
La oración es relación personal y personalizante, entrega personal e íntima, el medio que nos mantiene en comunión con El Señor de la obra; y como lo afirmó el mismo Jesús en Juan 15, fuera de Él nada podemos hacer, Una vida de oración, es condición ineludible para cumplir con el llamado, y es lo que nos va a permitir al líder de misiones estar en sintonía con Dios para seguir sus directrices en todo lo que emprendamos.
La oración es relación personal y personalizante, entrega personal e íntima, el medio que nos mantiene en comunión con El Señor de la obra; y como lo afirmó el mismo Jesús en Juan 15, fuera de Él nada podemos hacer, Una vida de oración, es condición ineludible para cumplir con el llamado, y es lo que nos va a permitir al líder de misiones estar en sintonía con Dios para seguir sus directrices en todo lo que emprendamos.