A. Desarrolle una relación, una
amistad genuina.
El Islam se nutre mucho del temor, de hecho es la principal fuerza
espiritual que se mueve en esta religión.
Así que, el Musulmán tiende a ser una persona muy desconfiada, sobre
todo de los Cristianos. Ese temor solo
puede ser vencido como lo dicen las Escrituras por el poder del amor, el amor
de Dios operando en y a través de nosotros (1Jn. 4:16-18).
Tenemos que acercarnos a los Musulmanes como personas, no porque son
Musulmanes, sino porque son personas con la misma necesidad de amor y de
salvación. Si nos acercamos a ellos como
personas, entonces el amor prevalecerá; pero si nos acercamos porque son
Musulmanes la religión prevalecerá y nuestra conversación girará sobre cuál
religión o fe es mejor o superior.
Una vez que ganamos el corazón de un amigo Musulmán, entonces tendremos
la libertad de compartir el Evangelio de corazón a corazón y él no te
rechazará, aunque no esté de acuerdo contigo, porque eres su amigo. El amor triunfará sobre la religión.
B. Comience en un Terreno Común
Seguramente se
dará cuenta que es fácil empezar una conversación religiosa con un Musulmán. La
religión es una parte central en su vida y disfrutan conversar de cosas
espirituales. Hay muchas cosas que los Musulmanes y los Cristianos tienen en
común. Enfatice nuestra creencia común en un sólo Dios, la necesidad de llevar
una vida de bien, y la importancia de la oración y la adoración. Los profetas
del Cristianismo y el Islam son los mismos. Esto puede ser un buen tema para
empezar ya que permite que se desarrolle una amistad mientras estudian a juntos
a los profetas.
C. Aclare Algunos Malentendidos
Los Musulmanes malinterpretan al Cristianismo, creen
que la Trinidad Cristiana significa Dios el Padre, María la madre y Jesús el
Hijo. Les ofende pensar que nosotros creemos que Dios tuvo relaciones con una mujer.
Necesitamos explicarles que ningún Cristiano cree que Dios y María tuvieron
relaciones sexuales ¡nosotros también creemos que eso es una blasfemia!
La Trinidad en el Cristianismo es Dios el Padre,
Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. Esta idea es muy claramente explicada en
la Biblia, pero la Biblia nunca usa la palabra "Trinidad". Esto puede
ser muy confuso para los Musulmanes, así que es mejor hablar de cada persona
(en la Trinidad) por separado en lugar de tratar de explicar esta idea, que aún
para muchos Cristianos es difícil de entender.
Los Musulmanes creen que Jesús era un profeta y le
guardan mucho respeto. Pero si trata de decirles que Jesús es el Hijo de Dios,
entonces estarán en profundo desacuerdo con usted. Debemos aclararles a los
Musulmanes que no creemos que Jesús era el hijo físico de Dios, pero más bien
su Hijo espiritual.
D. No Discuta
Cuando los
Musulmanes y los Cristianos comienzan a discutir sobre religión,
desafortunadamente casi siempre se terminan peleando. Esto no guía a la gente
al Señor, en lugar de eso las deja sintiéndose molestas y heridas. Deberíamos
tener una actitud de querer aprender unos de otros y no sólo discutir con
nuestros amigos. Muchas veces nos puede ayudar el preguntar cosas como,
"Quiero entender sus creencias". Después de declarar sus creencias es
muy probable que nos pregunte en que creemos nosotros, he ahí su invitación a
compartir el evangelio.
D. Enfóquese en Jesús
Luego de un
tiempo usted empezará a querer hablar más sobre Jesús y quien era él. No se
enrede en otras cosas como la política, días de asueto o el trato de la mujer.
Nunca hable mal de Mahoma, en lugar de eso levante a Jesús. Un Musulmán cuando
estaba estudiando acerca de Jesús le preguntó a un amigo Cristiano, "Si
Jesús es tan maravilloso, ¿para qué necesitamos a Mahoma? Cuando los Musulmanes
se dan cuento lo maravilloso que es Jesús, descubrirán por sí mismos que no
necesitan a Mahoma.
Jesús es
llamado "la Palabra de Dios" (al-kalimatulah) y "un espíritu de
Él" (al-ruh-ullah) en el Corán. Podemos usar estas enseñanzas para
explicarles que Jesús es más que tan sólo un profeta, Él era la Palabra y el Espíritu
de Dios.
Cuando se le
habla de Jesús a un Musulmán, lo más difícil es que ellos no creen que Jesús es
el Hijo de Dios ni murió en la cruz alguna vez o que se levantó de los muertos.
En lugar de eso ellos creen que Jesús se elevó directamente hacia el cielo y
que alguien que se parecía a Él fue muerto en su lugar. Debe guiar a su amigo
Musulmán a que estudien el Injil (el Nuevo Testamento) juntos y que allí
descubran que Jesús murió pero después resucitó por nuestra salvación.
E.
Enfóquese en sus Necesidades
En el Islam, muchas de las necesidades que la gente
tiene no son suplidas. Cuando descubrimos que es lo que los Musulmanes sienten
que les falta, podemos compartir con ellos como es que Cristo puede suplir esas
necesidades. Cada persona es diferente y sólo cuando llegamos a pasar tiempo
con ellos y amarlos podemos conocer lo que hay en su corazón. Estos son tan
sólo unos ejemplos comunes de las necesidades que los Musulmanes tienen. Estos
son tan sólo unos cuantos ejemplos de las necesidades entre los Musulmanes.
Podemos mostrarles en el Injil (Nuevo Testamento) las respuestas a su problema.