Día 26 - 30 días de oración por el mundo musulmán: Refugiados

Sirios en un viaje incierto

Hasta hace poco, Siria era un país estable.Los sectores de la agricultura y el petróleo proporcionaban un ingreso suficiente para la mayoría. Los niños iban a la escuela y los jóvenes obtenían educación superior. Bajo el régimen autoritario de Assad, se tomaban acciones despiadadas contra los enemigos políticos, sin embargo, las minorías religiosas y étnicas disfrutaban de una coexistencia pacífica con la mayoría musulmana sunita.

Pero la situación cambió dramáticamente con la llegada de la primavera árabe. En el año 2011 estalló una guerra civil que desde aquel momento fue empeorando año tras año. Más de la mitad de la población ha tenido que abandonar sus hogares y comenzar un viaje incierto. Muchos huyeron del país a lugares donde tenían familiares y amigos. Más de cuatro millones viven ahora en países vecinos donde son percibidos cada vez más como una pesada carga. Muchos viven de la caridad y los niños generalmente no tienen acceso a las escuelas. Nadie sabe lo que les depara el futuro.

Pero este viaje incierto también ha hecho posible que los musulmanes tuvieran la oportunidad de escapar de un entorno social fuertemente controlado, lo que les permite cierta libertad para mostrar interés en la fe cristiana de manera más abierta. Además, las atrocidades perpetradas por los extremistas llamados Estado Islámico, desafían a muchos musulmanes a cuestionar los valores de su religión. Muchos musulmanes están abiertos ahora a las iglesias que en forma práctica, les muestran su amor a través de la distribución de paquetes de alimentos, mantas, material de calefacción y asesoramiento. Dios ya está obrando a través de estas circunstancias. En algunas áreas, las iglesias están llenas de nuevos creyentes, en otras, hay apertura y muchas oportunidades para hablar acerca de la fe.

Una familia en Beirut contó cómo huyeron de Siria en el Líbano, dejando todo atrás. Ellos viven ahora en un pequeño apartamento. A veces les es difícil alimentar a toda la familia y sus hijos no pueden ir a la escuela todos los días. Pero en medio de estas circunstancias suelen decir: “Hemos perdido nuestra casa, pero en Jesús encontramos algo mucho más valioso”.

OREMOS 

◆ Por el fin del conflicto en Siria. Humanamente hablando, esto parece ser imposible, pero Dios puede hacerlo.
◆ Por los millones de refugiados y sus necesidades físicas y psicológicas.
◆ Para que la iglesia responda de todo corazón para ayudar y apoyar a los refugiados con necesidades, tanto inmediatas como las futuras, en el proceso de integración a sus nuevos países de acogida.

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