Cristianos en peligro en eritrea

¿Usted sabe dónde queda Eritrea? Es un país africano, ubicado al noreste de Etiopía, sobre el Mar Rojo, al sur de Egipto, nación que desde hace tres semanas concentra la atención mundial. La terrible situación que viven los cristianos en Eritrea recibe poco registro internacional debido a que es una nación pequeña, pobre y con una población de alrededor de 4 millones, pero Eritrea es uno de los peores lugares del planeta para ser creyente cristiano o musulmán, según afirmó Ghebre-Ab.
Este hombre nació y creció en Etiopía de padres eritreos y vivió en Etiopía hasta los 18 años. En Estados Unidos, donde enseña historia en la Universidad de Cincinnati, fundó una organización sin ánimo del lucro llamada “In Chains for Christ” (“En cadenas por Cristo”).

En una entrevista difundida por la agencia Zenit, Ghebre-Ab describió que “el pueblo eritreo es muy religioso. La religión es parte integral de la vida de la gente y el cristianismo y el Islam han coexistido libremente durante siglos. Hoy, de los 4 millones de habitantes más o menos el 50% es cristiano y la otra mitad pertenece al Islam. La Iglesia ortodoxa es, por supuesto, la confesión cristiana mayor de Eritrea y Etiopía, y suma casi el 95% de la población cristiana”. Sin embargo, las iglesias minoritarias están proscritas desde mayo de 2002, cuando asumió en Eritrea una dictadura militar, que convirtió literalmente en criminales a todas las iglesias, sus miembros y sus dirigentes arrojados a las cárceles y no se permite el culto.

“Hoy, dentro de las fuerzas armadas todavía hay confiscaciones de Biblias y se castiga a la gente a la que se descubre rezando”, señaló Ghebre-Ab. “El trasfondo de esta política antirreligiosa es, por supuesto, un sistema marxista de creencias que adoptó el Gobierno eritreo durante la lucha armada por la independencia. Si se mira a cierta literatura que se remonta a la década del ‘70, se hacía el elenco entonces del número y el nombre de las religiones que eliminarían una vez que Eritrea fuera independiente”. Ghebre-Ab apuntó que “las iglesias evangélicas fueron las primeras que pasaron a la clandestinidad, aunque el Gobierno lo hizo imposible a través de su aparato de seguridad y fueron perseguidos. 

Así que lo único que pudieron hacer fue escapar del país, y miles de jóvenes no sólo creyentes, también miles de personas que no son religiosas están ahora abandonando el país y pidiendo asilo político en otros países. Hay campos de refugiados en el norte de Etiopía así como en Sudán que acogen a este número creciente de refugiados que salen en masa de Eritrea”.
Una situación singular viven los musulmanes, porque ellos también sufren bajo este régimen. “A este respecto el Gobierno eritreo es verdaderamente igualitario a la hora de perseguir”, reconoció el profesor etíope.

¿Qué se puede hacer? Para Ghebre-Ab, “sobre todo debemos orar por el pueblo eritreo, pero también que todo creyente debería ponerse en contacto con sus representantes elegidos para lograr que el sufrimiento del pueblo de Eritrea reciba la atención necesaria”.

DISPUESTOS A PAGAR EL PRECIO PARA QUE OTRAS ALMAS SEAN SALVAS

Juan Carlos Méndez Ruiz (22 años) y Ana Isabel Gutiérrez de la Rosa (23 años)
Somos un matrimonio con tan solo una año de casados y hemos sido llamados para la obra de Dios. Somos originarios de (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas) pero actualmente estamos en Rosarito B.C, porque Dios nos mostró que teníamos que prepararnos y actualmente estamos cursando en la escuela de evangelistas Alberto Mottesi. Este es ya el segundo paso que damos para continuar con el llamado, ya que mi esposa estuvo tiempo atrás en una sede de Jucum y su servidor trabajaba como líder de célula en Chiapas.

Dios ha puesto una inquietud en nuestro corazón de trabajar con las etnias de México y del mundo y estamos dispuestos a pagar el precio para que otras almas sean salvas. Nos encontramos en oración para llegar a las naciones de la ventana (10-40). Aún no sabemos cuál, pero sé que muy pronto Dios nos dirá donde.

La escuela culmina en noviembre próximo y es por eso que pedimos de sus oraciones para que Dios nos dirija bien en el camino.

Mi esposa y yo estamos consientes que el precio es muy alto para llevar el evangelio, pero también sabemos que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.

Aquí en Rosarito asistimos a una iglesia en donde Dios nos permite desarrollar lo que estamos aprendiendo y lo poquito que sabemos, apoyamos a evangelizar en el valle de Guadalupe, normalmente asistimos una vez por semana y algunas ocasiones hemos llegado a la zona de los kumiai, en San José de la Zorra y también a San Antonio Necua. Hemos visto que en la zona de los indígenas, es mucha la necesidad de conocer del evangelio, pero se requiere de visitas continuas y se nos dificulta por el transporte y las finanzas, ya que el tiempo lo tenemos disponible. Pedimos de sus oraciones para que Dios provea todo lo necesario para llevar el mensaje de salvación y así poder cumplir nuestros sueños.

La iglesia de donde venimos nos apoya en lo que se puede, nosotros no tenemos un empleo ni otros ingresos y aquí estamos cubriendo una cuota que es la renta, y gracias a Dios tenemos para el pan de cada día.

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