Salmos 20:5-9Nosotros celebraremos tu victoria, y en el nombre de nuestro Señor desplegaremos las banderas.
¡Que el SEÑOR cumpla todas tus peticiones! Ahora sé que el SEÑOR salvará a su ungido, que le responderá desde su santo cielo y con su poder le dará grandes victorias. Éstos confían en sus carros de guerra, aquéllos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre de nuestro SEÑOR.
Ellos son vencidos y caen, pero nosotros nos erguimos y de pie permanecemos.
¡Concede, SEÑOR, la victoria al rey!
¡Respóndenos cuando te llamemos!
Cuando murió, muchos, incluyendo a la joven Mary, tomaron la determinación de continuar la obra de Livingstone en África. Mary fue aceptada en 1875, para ir con la Misión Calabar, al lugar que ahora es Nigeria. Calabar era un lugar donde la esclavitud era común y la vida era no valía mucho. Rudos guerreros se confrontaban mutuamente y había mucho derramamiento de sangre. ¡Tales personas no eran rivales para Mary y su Creador! Una de las costumbres en esta parte del mundo, tenía que ver con los mellizos. Los africanos creían que cuando nacían mellizos, uno de ellos debía ser el hijo del diablo. Así que, al nacer, siempre mataban a uno de ellos. Ellos creían que esta chica de pelo rojizo, Mary Slessor, estaba loca cuando insistía en adoptar a los niños condenados a muerte.
Sin embargo, también se ganó su respeto debido a su coraje e impavidez. Se ganó el entrañable nombre de "Blanca Ma", que le dio el estatus de una madre en sus comunidades. Hubo ocasiones cuando dos grupos de hombres estaban listos para pelear a muerte, y Slessor se paraba entre los dos grupos, y demandaba que hablaran las cosas y arreglaran sus problemas pacíficamente.
Normalmente, cualquier persona sería asesinada por tal osadía, pero ellos la respetaban lo suficiente, para hacer lo que ella pedía.
Ore por valor santo y coraje para los misioneros de hoy en día. - KC
