Nací en una familia musulmana. Algunos de los miembros de mi familia llevaban una vida secular y mundana, otros de ellos eran religiosos. Mi padre Suf era un hombre muy religioso y ejerció una fuerte influencia en mi vida. A la edad de 10 años comencé mi búsqueda de Dios. Yo estaba entusiasmado por buscar su presencia e hice todo lo que estaba a mi alcance para lograr estar más cerca de Él.
Ya como un joven, continué esa búsqueda, incluso con mayor intensidad a través de la oración, el ayuno y asistiendo a las mezquitas.
Yo no solo hacía mis oraciones regulares, más aún, clamaba a Dios con todo mi corazón.
Aquellos años de búsqueda de Dios en el islam terminaron con la conclusión de que Dios no estaba cerca mío, es más, me parecía que estaba muy distante. Por aquel tiempo ingresé al colegio y renuncié a mi búsqueda de Dios. Una tarde, mientras caminaba junto a mis amigos, escuché el Evangelio por primera vez. Un amigo en común me presentó a un cristiano nacido de nuevo, quien me testifió y compartió el mensaje de Jesús abiertamente en las calles del Cairo. Una semana más tarde asistí a la iglesia con él y solo cuatro semanas después recibía a Jesús como mi Salvador. Mi experiencia fue exactamente como aquel joven creyente me había explicado: “Ven y compruébalo por ti mismo. Jesús está vivo. El sana y hace libre a la gente”.
Aquella tarde yo oré a Jesús por primera vez. Le pregunté: ¿Cuál es el camino? ¿Es Cristo el camino a Dios? El me respondió: Si. Y yo dije en mi corazón: OK. Y experimenté inmediatamente la presencia de Dios, una paz y un gozo celestial. ¡Yo me hice cristiano cuando dije OK a Jesús!
Tiempo después sufrí una fuerte persecución de parte de mi familia y de la comunidad local, pero la presencia del Señor era tan fuerte en mi que no me importaron las pérdidas y los riesgos que enfrenté por convertirme en un seguidor de Jesús.
OREMOS
◆ Para que los musulmanes busquen verdaderamente a Dios y no a la religión.
◆ Por los musulmanes que son ahora seguidores de Cristo en naciones donde no hay libertad religiosa, para que encuentren una forma de dar un claro testimonio a sus familiares y amigos.
◆ Por aquellos musulmanes que están anhelando un mayor entendimiento de la presencia de Dios, para que lo encuentren a través de cualquier manera posible.
