Día 25 - 30 días de oración por el mundo musulmán: Refugiados

Los rohingya: Un pueblo entre dos mundos

Los rohingyas se encuentran en la frontera entre el sur de Asia y las llamadas“ habitaciones de la Casa del Islam” en la zona Indo-Malasia. Y es exactamente esta ubicación (entre enormes bloques étnicos, lingüísticos, religiosos y políticos) la que causa desafíos específios para este grupo de personas.

Los rohingyas musulmanes han estado viviendo en la parte norte de las montañas de Arakan, en las costas del Golfo de Bengala durante siglos. Gran parte de ese tiempo vivieron en paz con sus pueblos vecinos, en su mayoría budistas.

Cuando Birmania (conocido hoy como Myanmar) obtuvo la independencia en 1948, los rohingyas se enfrentaron a una población en su inmensa mayoría budista; en el principio fueron reconocidos como una minoría con igualdad de derechos. Pero en 1982, la dictadura militar emitió una ley donde ya no se aceptaba al pueblo rohingya como ciudadanos. Eso dejó a sus dos millones de personas como uno de los mayores grupos étnicos en el mundo sin ciudadanía reconocida.

La discriminación fue creciendo y llegó a su triste punto culminante en el año 2012, cuando disturbios violentos estallaron entre los budistas y los rohingyas. Cientos de personas murieron y muchas aldeas rohingyas fueron destruidas. Desde entonces, 100 mil rohingyas han sido mantenidos en campos de refugiados o guetos, en su mayoría a sólo unos pocos kilómetros de su lugar de residencia original.

Esta situación ha dado lugar a un movimiento de refugiados que ha ido en aumento. Cientos de miles de rohingyas han huido a los países vecinos y más allá. Lamentablemente, con frecuencia son víctimas de la trata de personas o terminan en actividad criminal.

Los rohingyas están en un viaje hacia un futuro incierto - sin patria, sin defensores, desarraigados y sin esperanza. Pero Dios “no olvida el clamor de los aflgidos” (Salmo 9:13 ESV). En algunos lugares, los rohingyas han encontrado esperanza y alegría por la fe en Jesucristo, pero la mayoría de estas personas preciosas aún no han tenido la oportunidad de escuchar el Evangelio.

OREMOS 

◆ Por justicia en la resolución de este conflcto.
◆ Para que los rohingyas puedan vivir en paz en su patria o en aquellos países donde han escapado.
◆ Por un esfuerzo global para intentar dar a los rohingyas la oportunidad de prosperar, vivir con dignidad y ofrecer a sus hijos un futuro mejor.

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